La exposición Irredimible nos habla de un vejamen, un dolor, una adversidad de la que no es posible librarse. El antes y el después. Los rostros de esperanza y de alegría contrastados con el sufrimiento y el calvario que ya empezaba. La fuerza de las imágenes de Montecino son especialmente notables en el funeral de Pablo Neruda: mujeres que parecen llorar no sólo la muerte del poeta, sino el entierro del alma de su país. Ellas cargan con la más infinita desolación, llevan consigo la tristeza del mundo.