La reflexión de Etxeberria resulta sumamente atingente y actual para la consideración de la realidad chilena. Pese a que trata procesos de victimización muy diferentes -ya que en nuestro caso las víctimas fueron provocadas principalmente por la acción de agentes del estado y en España por la actividad de un grupo nacionalista que optó por la acción terrorista-, en ambas realidades convergen procesos de naturaleza similar: victimarios que se encasillan en el narcisismo de un supuesto heroísmo o patriotismo antes que asumir sus errores y culpabilidad, y procesos de reconciliación frustrados por la ausencia de una memoria social inspirada en valores de paz, verdad y justicia.